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jueves, 10 de abril de 2008

¿Y vos,... a qué jugabas?


Cuando éramos unos púberes, pasábamos muchas horas de nuestras vidas jugando.
Hoy el juego se ha revalorizado como una de las cosas más importantes para el sano crecimiento de los niños, pero... por aquellos años "sesentosos" los adultos (un mal necesario para todo niño en formación) cuando nos veían jugando, alegremente, nos decían:
¡Atorrantes!... ¡todo el día en la calle!... ¡Si no tomás la leche, ni te asomes a la puerta! ¡Neeeene!!! adeeentroooo!!! ¡Deja e l cochecito de tu hermana que lo vas a romper salame!
O cosas tan bonitas como estas que nos indicaban que jugar no parecía estar del todo bien.

Sin embargo como todo niño siempre terminábamos arreglándonos para poder jugar. Afuera o adentro. En realidad eso no era lo más importante.
Lo más importante era seguir siendo niños.

¿Y vos a que jugabas? Yo me acuerdo de estos (míos y de mi hermanita)

  • Cerebro Mágico (con lucecitas)
  • Costa azul (carrera de caballos)
  • Cinegraf (películas en celofán)
  • La perinola (toma todo!!!)
  • Figuritas con brillantinas
  • El tutti fruti (nombres con iniciales)
  • La batalla naval
  • Lotería de cartones
  • El balero
  • El Yo Yo
  • Autitos rellenos con masilla
  • Teléfono con latitas
Estos son algunos de los que Carlín recuerda... ¿Y vos a que jugabas?

3 comentarios:

Unknown dijo...

A PESAR DE QUE YO RECIEN NACIA !..........ME ENCANTA ESTE BLOGGER, Y VAMOS POR MAS !!! EXITOS!!! Y MAS ADELANTE JUGABA AL TINENTI!!! GUAU !!!!!!! BESOS!!!!!!!

RITA (DE LA BOCA !!!)

carlin dijo...

Gracias Rita por tus deseos.

Viviana dijo...

jugaba a varios de los que mencionás, también a la rayuela, a la soga con figuras (y piernas llenas de moretones) cazaba mariposas con una red con palo, me subía a los plátanos (creo que así se llaman esos que dan como fruto unas 'boleadoras' naturales, bien verdes y pinchudas ¿o plátanos son sólo los bananeros?)
Jugaba a ser reina, condesa, emperatriz, nunca menos. En ese caso no me subía a los árboles y además, mis juegos preferidos:
almacenera que pesaba sus paquetes con rulitos en una balanza improvizada, el azúcar era arena, el café canto rodado pequeño y el resto aire, inventaba.
El otro juego fascinante era el de química. Horas, eternas horas en silencio haciendo miles de mezclas.
Tenía un objetivo, inventar la pócima que me diera invisibilidad.
Menos mal que nunca me atreví a tomarla.
Un abrazo Carlín
Vivi