El
jueves pasado estuve a cargo de la conducción de un evento en un
hotel súper top de Buenos Aires. Fue gracioso porque apenas me
llamaron no me dijeron exactamente de qué se trataba. A medida que
íbamos avanzando en las charlas con las organizadoras me di cuenta
de que se trataba del lanzamiento de una línea de productos para la
menopausia. Todo bien pensé. Pero me eligen a mí porque Estoy
Grande. Y me hizo gracia. Porque yo sé que estoy grande. Pero uno
siempre sospecha que los demás no se dan cuenta. Pero decidí
afrontar la situación con hidalguía. Bien porque es cierto: Estoy
grande.
Y como
Estoy grande me doy cuenta de que hay cosas que he logrado con los
años. Me gusta más tener la mirada de empatía y de cariño de las
mujeres que la de los varones.
Y si
antes cuando caminaba por la calle alguno de los muchachos de Hugo
Moyano me decía un piropo, hoy cuando circulo por cualquier calle,
me gritan "Ey Any, Saludos a Beto Casella". Y está bien.
Antes yo
podía ver sin problemas cualquier programa de televisión, ahora
todo me parece demasiado violento
Son
pequeños datos que se perciben de a poco. Antes yo podía ver sin
problemas cualquier programa de televisión, ahora todo me parece
demasiado violento. No me gustan las agresiones, los insultos. Más
allá de que yo trabajo en un programa que revisa la tevé. Trato de
no engancharme en el maltrato. Entonces como no me banco la violencia
cambio a Canal Gourmet. Y tanto bocadito, tantos ingredientes
terminan dándome hambre. Y a diferencia de Charly Garcia que "Va
de la cama al living" yo voy de la cama a la heladera.
Todo
esto porque Estoy Grande
Antes yo
quería hablar con mi marido y le preguntaba con frecuencia "En
qué estás pensando mi amor" y él indefectiblemente me
contestaba "En nada" que es lo que contestan todos los
hombres cuando uno les hace esta insignificante preguntita. Hoy es él
el que quiere hablar. Y yo apenas empieza le digo "Mi amor dame
un título". Y como Estoy Grande no tengo paciencia para
escuchar largos párrafos. Y él muy sabiamente me contesta "Mi
amor yo no soy un entrevistado, me vas a escuchar desde el principio
al fin".
Como
Estoy Grande cambiaron las conversaciones con mis amigas, antes
hablábamos de sexo, ahora de comida.
Como
Estoy Grande tengo los primeros síntomas del efecto Mamá Cora, el
personaje de Antonio Gasalla. Empiezo a decir cosas como "¿Esto
ya te lo conté?". También pude conocer lo que es la sensación
de inseguridad, pero en mi propia casa. Pierdo las cosas y siempre
creo que me las robaron. Luego las encuentro en lugares insólitos.
Como
Estoy Grande cambiaron las conversaciones con mis amigas, antes
hablábamos de sexo, ahora de comida
Es
cierto Estoy Grande y como todo depende del cristal con que se mire:
lo mío son los bifocales.
Mi más
cariñoso abrazo a las mujeres, que como yo Están Grandes con
actitud..
Fuente: Diario La Nación, Viernes 28 de septiembre de 2012